HAY quien piensa que es una mierda, pero se equivoca. Hemos tenido que esperar hasta 2014 para que los periodistas que obtengan un puesto fijo en EiTB -en cualquiera de sus empresas- sepan los dos idiomas oficiales de la Comunidad Autónoma Vasca. Antes de empezar con cualquier tipo de razonamiento, hay dos aspectos que debemos dejar muy claros: en este caso, lo importante, los importantes, no son los periodistas. Son las personas que son noticia. Esas personas son las que deciden en cuál de los dos idiomas oficiales de esta comunidad autónoma se quieren dirigir a los periodistas que, cumpliendo su trabajo, se dirigen a ellas como intermediarios entre quienes saben y quienes queremos saber. Y la segunda: los periodistas que los ciudadanos de esta comunidad autónoma queremos para nuestra radio y televisión públicas son periodistas bilingües.
¿Ha quedado claro? No nos basta, no nos conformamos con periodistas que sepan euskera. Queremos periodistas que sepan euskera y castellano. De la misma manera que para la redacción de Baiona queremos periodistas que sepan euskera y francés. Por cierto: también los queremos fijos, contratados directamente por la radio y televisión pública, a través de un concurso en el que los mejores obtengan su plaza. Habrá que seguir trabajando para conseguirlo.
Una vez más, hay que subrayar lo del bilingüismo: el castellano, por mucho que a algunos no se lo parezca, no viene de serie. Hay que aprenderlo. Lo mismo pasa con el euskera. Y el cerebro humano es capaz de aprender idiomas: uno puede perfectamente hacerlo de mayor, si le interesa. Y a este pedazo de este país sí le interesa. Y precisamente por eso, porque las ciudadanas y los ciudadanos de esta esquina hemos decidido que queremos una sociedad bilingüe es por lo que las y los profesores han hecho un esfuerzo inmenso (eskerrik asko, mila bider) para responder a esa demanda social. El gran paso lo dieron aquellas profesoras y aquellos profesores de la enseñanza pública que decidieron seguir el ritmo de lo que sus conciudadanos les exigían. Después vinieron la gran mayoría de los profesores y de las profesoras de las escuelas concertadas. Y hoy no hay nadie que quiera ser profesor en esta comunidad autónoma que se plantee que pueda serlo sin saber los dos idiomas oficiales que tenemos: euskera y castellano. Pues bien, ahora les ha tocado el turno a los periodistas del ente público. Y que a nadie le quepa la más mínima duda: llegará el día, espero que no muy lejano, en el que también los periodistas de la empresas privadas que quieran trabajar en esta comunidad autónoma sabrán que les toca saber sus dos idiomas oficiales; sabrán que con uno no basta. No porque lo decida alguien en un despacho, sino porque es esta sociedad la que está haciendo una apuesta clara por ser bilingüe. Es decir, por tener ciudadanas y ciudadanos que sepan sus dos idiomas oficiales.
Hasta entonces, el siguiente paso será que, de la misma manera que en Euskadi Irratia y en ETB-1 tenemos cortes en castellano a diario, también en Radio Euskadi, Radio Vitoria y ETB-2 tendremos cortes en euskera. Vamos a poner un ejemplo: los vecinos de Elizondo que nos cuenten lo que han sufrido en las inundaciones que su pueblo acaba de padecer (y que con tanta fruición nos retransmite nuestro ente público), nos contarán su experiencia en el idioma oficial -sí, también de ellas y ellos- que quieran. En el que más a gusto se sientan. Y como el periodista sabrá los dos, pues no habrá problemas para que este haga su trabajo: contarnos lo que le cuentan.
A algunos les parecerá una mierda. A mí me parece que ya tocaba.