La sesión de control de EITB fue de esas especialmente «animadas». Arrancó con la aprobación, con los nueve votos del PNV y EH Bildu, de una enmienda de transacción que insta a que en EITB «atendiendo a todo el área natural del euskara, se represente Euskal Herria en su integridad, incluido Treviño, respetando así el sentimiento mayoritario de la sociedad vasca». Nunca una infografía dio para tanto. Oyarzabal (PP) calificó de «tontería» y «despropósito» un cambio al que le vio clara finalidad política y que «limita» el derecho a la información de los vascos. Llegó a hablar de «falta de respeto a los navarros, a los departamentos franceses, a nuestros vecinos...». Para Mikel Unzalu (PSE), es una manipulación de nuestra historia -hubo referencias a Iparragirre, Unamuno y a términos como Vasconia por ambos representantes políticos- y el criterio debiera ser el administrativo. El argumento del PNV de que el criterio adoptado era el que la infografía «se corresponde al mapa del euskara», sin más consideraciones ideológicas, no recibió muchos apoyos, ni siquiera de EH Bildu, para quien sí era una cuestión política.