«No es bueno que la casa esté sin cabeza visible». Diez días después de abandonar la dirección general de EITB para hacerse con la presidencia del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar respondía con esta frase a una pregunta sobre su sucesión al frente del ente público en la entrevista que publicó el pasado viernes este periódico. El 'vacío', sin embargo, no se llenará a corto plazo.
Hasta que la complicada coyuntura política de este año doblemente electoral permita alcanzar en Vitoria los consensos parlamentarios precisos que requiere el nombramiento del nuevo director general -mayoría absoluta- el timón de «la casa» permanecerá troceado. Una situación de interinidad que repite la que se produjo en 1999 -en los dos meses que transcurrieron desde el cese de Iñaki Zarraoa hasta la llegada del propio Ortuzar-, y que no contempla la Ley de EITB, un texto con otros vacíos cuya reforma está pendiente en el Parlamento vasco desde hace dos años.
Desde hace una semana, cinco altos cargos se reparten las funciones de director general del ente. Todos ellos son hombres de Ortuzar, junto al que han integrado el comité de dirección del grupo en los últimos años. El más conocido es el periodista Bingen Zupiria, nombrado director de ETB el 4 de mayo de 1999. Le acompañan el gerente, Juan Luis Diego, el director de Explotación, Mikel Agirre, el coordinador de las emisoras de radio, Julián Beloki y el director de Relaciones Externas, Manu Castilla.
Oficialmente, no se ha establecido jerarquía alguna dentro del quinteto. Sin embargo, tanto los trabajadores de EITB como en medios políticos y profesionales próximos al ente se considera a Zupiria y Diego como los «hombres fuertes» de la casa. El periodista, como máximo responsable del control de los informativos: es el coordinador de los temas de actualidad dentro de la 'estrategia multisoporte' del grupo -televisión, radio e internet-; el gerente, como cabeza visible en los asuntos financieros y económicos.
Sin perspectiva temporal suficiente para hacer balances de gestión, no hay margen para la sorpresa. La lógica continuista que impone la provisionalidad del reparto de la dirección se ve reforzada, además, por la cercanía de Zupiria y Diego a Ortuzar. «Mantenemos una relación de confianza absoluta», asegura el gerente, quien rechaza, no obstante, que el director de ETB y él mismo sean ahora los ejecutivos más importantes del ente.
Acción Exterior
Tan estrecha relación se fraguó fuera de las paredes de su actual empresa. En los años noventa, Juan Luis Diego trabajó con Andoni Ortuzar en la Secretaría de Acción Exterior del Gobierno vasco, de la que fue titular el ahora presidente del BBB antes de tomar la batuta del grupo de comunicación. Diego, que fue director para Asuntos Europeos, asumió la gerencia de EITB de la mano de Ortuzar. Durante su paso por Lakua, los dos adquirieron un profundo conocimiento de las estructuras de Gobierno y mantuvieron una estrecha relación con Zupiria. Con la excedencia de ETB en el bolsillo, el periodista de Hernani fue el responsable de Comunicación del entonces lehendakari, José Antonio Ardanza desde 1989 hasta el final de su mandato.
A comienzos de 1999, tras la primera investidura de Juan José Ibarretxe, Zupiria regresó a la televisión como redactor jefe de informativos. Poco después, Zarraoa le encomendaba la dirección de ETB. El que fuera después alcalde de Getxo comunicó su nombramiento horas antes de abandonar la dirección general de EITB para preparar su salto a la política municipal.
Oficialmente, fue una designación de Zarraoa, pero el ascenso de Zupiria contó con el total respaldo de Ortuzar, cuya candidatura a encabezar el ente público ya había sido propuesta por el Gobierno vasco. Ortuzar desembarcaría en el grupo de comunicación diez semanas más tarde, tras obtener el preceptivo aval parlamentario con los votos del PNV, EA y EH.
Durante estos años, Zupiria ha ejercido un papel de máxima responsabilidad en los servicios informativos. Progresivamente se ha extendido su autoridad desde la televisión al resto de los medios. Trabajadores de EITB afirman que su «perfil político» se hace notar en el «control de la redacción». «Ha pasado prácticamente la mitad de su carrera profesional en el núcleo de la política», comenta una veterana de la casa. «En todo caso, no está tan marcado como Andoni», apostilla un periodista de la casa.
Un profesional del medio ajeno a ETB pero acostumbrado a tratar con el ente afirma que «Bingen es, ahora, el que corta el bacalao. Claramente es el director». A falta de candidatos conocidos, el nombre de Zupiria ha sonado como posible futuro 'número uno' del ente.
Entre el resto de los directivos, Mikel Agirre goza de un gran prestigio fuera y dentro de la casa. Hermano de Iñaki Agirre -que sigue los pasos de Ortuzar al frente de Acción Exterior- ha ido ascendiendo desde el puesto de productor hasta el cargo de director de Explotación. Ha jugado un papel protagonista en el proceso de modernización tecnológica de EITB llevado a cabo el pasado año en paralelo al traslado de su sede central a Bilbao.
Procedente de Euskadi Irratia, Julián Beloki ha ejercido de coordinador de las radios, un puesto que había desaparecido del organigrama del ente y que se reactivó con la llegada de Ortuzar. Cuando se trataba de hablar de contenidos, el ahora presidente del BBB «despachaba directamente con los directores de las tres emisoras, no con él», señala un redactor. Hermano del diputado del PNV por Guipúzcoa José Ramón Beloki, su papel se ha centrado sobre todo en «temas de coordinación de cuestiones técnicas, como enlaces, repetidores o unidades móviles», apunta otro periodista. El pasado verano asumió, además, el control de los 'modos de comunicación y la calidad lingüística'.
Manu Castilla se encarga de la 'venta' de la marca EITB y de las relaciones del ente con el Parlamento y el Consejo de Administración, cuyos integrantes desconocen quién representará a la dirección en su próxima reunión, el 5 de febrero.
Sin ocultar que esta situación de provisionalidad no es positiva desde el punto de vista del «impulso institucional o la adopción de nuevas iniciativas», Juan Luis Diego recalca que la gestión no va a resentirse. «El guión de 2008 está bastante trazado, el presupuesto aprobado y también el plan de actividades y objetivos, encaminados a la próxima creación del tercer canal de ETB, al intento de situar a Radio Euskadi como emisora líder del País Vasco, y al desarrollo de la información y los contenidos de entretenimiento e infantiles en Internet».
Negociación laboral
En el horizonte inmediato, la negociación del convenio, paralizada durante 2007. «Fue un año complicado, con el traslado a las nuevas instalaciones, y no tuvimos la cabeza suficientemente despejada para negociar», asume el gerente.
El pasado viernes la dirección y el comité de empresa se dieron un plazo de tres meses para buscar un acuerdo. No será fácil. El comité reclama «la definición de la plantilla estructural» mientras denuncia un alto nivel de eventualidad que ronda «el 15%», según su secretario, Jon Otegi, miembro de LAB. Otegi critica la política de externalizaciones, con la creación de nuevas empresas con altísimos niveles de eventualidad, para servicios de Internet y de publicidad multimedia participadas por el propio ente. El representante de los trabajadores señala a «Juan Diego como el ideólogo de la renovación de la estrategia económica del nuevo modelo empresarial de ETB».